CONSEJOS ÚTILES.
No dar antitérmicos de forma preventiva ya que no está clara la eficacia y en ocasiones pueden reducir la respuesta inmune de la vacuna. Administrar los antitérmicos si la fiebre es mayor de 38 º de la forma habitual. Consultar con el pediatra si persiste la fiebre tras las primeras 48 horas de la vacuna.
Si aparece dolor, hinchazón y/o enrojecimiento en la zona de la punción, poner compresas frías. Si el dolor es importante, administrar paracetamol o ibuprofeno. Puede aparecer un pequeño bulto duro en el lugar de la punción, ocurre sobre todo tras la vacunación frente a la tos ferina. Puede ser doloroso si los apretamos con las manos. Desaparece espontáneamente al cabo de 1 ó 2 semanas.
Los niños prematuros deben iniciar el calendario vacunal a los dos meses tras el nacimiento (igual que los nacidos a término), independientemente de su peso o de si están ingresados.
Existen una serie de falsas contraindicaciones contra las que debemos luchar, para no perder oportunidades de vacunar a los niños que no tienen completas sus inmunizaciones:
- Las enfermedades infecciosas banales o moderadas (catarros, diarreas leves, etc.), con o sin fiebre, no contraindican la vacunación.
- Pueden vacunarse los niños cuya madre está embarazada.
- No hay riesgo alguno de vacunar a un paciente que haya padecido la enfermedad de la que se le vacuna. El único efecto esperable es el aumento o refuerzo de la inmunidad adquirida de forma natural.
- Los pacientes diagnosticados de epilepsia en situación estable y los que presentaron convulsiones febriles pueden vacunarse sin riesgos.
- Los antibióticos no son contraindicación para las vacunas, a excepción de la vacuna antitifoidea oral.
- La aplicación de las llamadas «vacunas para la alergia» tampoco es contraindicación para administrar una vacuna y solo se tendrá la precaución de ponerla en miembros distintos.
- Las alergias no anafilácticas a algún componente de la vacuna, no constituyen una contraindicación de su aplicación.
- La historia familiar de reacciones adversas a las vacunas o de alergia a algún componente de la vacuna tampoco debe ser tenida en cuenta.
Consultar siempre con su pediatra o enfermero/enfermera ya que existen situaciones que aconsejan retrasar la vacunación. La única contraindicación real es la alergia grave conocida a la vacuna o a algunos de sus componentes.
Fuente: CAV-AEP (comité asesor de vacunas de la Asociación española de pediatría).