OTITIS

¿En qué consiste la otitis?

Se trata de una inflamación del conducto auditivo externo que generalmente es causada por una infección. Aunque está calculado que hasta un 10% de la población la padecerá en algún momento de su vida, lo cierto es que es más frecuente sufrirla entre los 7 y los 12 años y, en un país de clima templado como España, con mayor probabilidad en verano.

¿Por qué el agua favorece la aparición de otitis?

La humedad y las alteraciones en la piel del conducto auditivo externo favorecen que la flora habitual prolifere en exceso y provoque una infección. Si al contacto con el agua le sumamos que en ocasiones esta agua no está todo lo higiénica que sería deseable, la probabilidad de infección aumenta.

¿Cómo se trata la otitis?

Lo más importante al detectar la otitis es evitar por todos los medios que el conducto auditivo externo se moje. La infección se trata con antibiótico en aplicación tópica (en gotas), que puede acompañarse de antiinflamatorios de tipo corticoesteroide. En este punto me gustaría recalcar que, aunque los síntomas mejoren o incluso desaparezcan en 2 o 3 días, es importante continuar el tratamiento durante aproximadamente una semana, o lo que indique el especialista en cada caso.

Igualmente, es importante no rascarse el oído ni introducir bastoncillos u otros objetos que puedan lesionar la piel.

Medidas preventivas para evitar la otitis

  • Al salir del agua agitar la cabeza para retirar el agua del conducto del oído.
  • No nadar en aguas contaminadas.
  • Secar y limpiar el conducto envolviendo el meñique en un paño o toalla. Si se es propenso a la otitis, se puede emplear el secador de pelo a baja temperatura y alejado unos cm del oído, u otros secadores específicos que se venden con este propósito.
  • Si aparecen los primeros síntomas, como picor o dolor, no bañarse ni mojarse la cabeza en general.
  • Evitar el uso prolongado de tapones para los oídos y, en caso de necesitarlos, elegir los de silicona o polivinilo, o fabricar unos caseros con algodón recubierto de vaselina. Se deben limpiar o desechar después de cada uso.
  • No introducir bastoncillos para limpiar el oído, ya que el conducto cuenta con un mecanismo de autolimpieza.

7 CLAVES PARA LA PREVENCIÓN DE LA OTITIS DE PISCINA

  • Secarse bien el oído al salir de la piscina. Resulta esencial proceder al secado del oído con la toalla al salir de la piscina. Incluso es recomendable, si se tiene la sensación de que se ha introducido agua en el canal auditivo del niño, utilizar el secador de pelo al llegar a casa.
  • Evitar los bastoncillos. «Los bastoncillos están del todo contraindicados para secar la humedad o el agua del interior del canal auditivo, ya que pueden empujar hasta el interior del oído al cerumen, que a su vez puede contener gérmenes, e incluso llegar a provocar una rotura del tímpano si se utiliza sin cuidado», explica la doctora, que recalca que su uso debe limitarse a los pliegues externos de la oreja.
  • Usar de tapones en determinados casos. «Recomendamos el uso de tapones en niños que son propensos a las otitis y ya las han padecido otros años, así como en aquellos que tienen drenajes como consecuencia de alguna intervención y en los que sufren determinadas patologías como las dermatitis», agrega.
  • Mantener el oído limpio. Evitar el exceso de cerumen en el canal auditivo, si bien es recomendable en general durante todo el año, también ayuda a evitar la aparición de la otitis.
  • No realizar zambullidas violentas y ni bucear en exceso. Entrar en el agua de una manera demasiado brusca, sobre todo de cabeza, favorece la entrada de agua en el canal auditivo y eleva el riesgo de otitis. Al mismo tiempo, aunque es inevitable que los niños buceen, es importante tener en cuenta que cuando se está bajo el agua aumenta la presión y es más fácil que acabe entrando agua en el conducto auditivo; «por ello hay que tratar de evitar que se pasen todo el tiempo bajo el agua», señala la doctora.
  • Asegurarse de que el agua de la piscina cumple con todos los estándares de higiene.Aunque la otitis también puede aparecer cuando entra agua limpia al oído, ya que se genera cuando proliferan los propios gérmenes presentes en el canal auditivo, el riesgo se eleva de forma importante si el agua que entra no cumple con los requerimientos de higiene adecuados.
  • Los antibióticos, mejor en gotas. En el caso de que finalmente se desencadene la otitis, el tratamiento más habitual, junto con los analgésicos para el dolor, será el antibiótico, ya que en la mayoría de los casos la enfermedad tiene origen bacteriano (Pseudomonas aeruginosa y Staphylococcus aureus son las bacterias más frecuentes). En este sentido los expertos recomiendan que el fármaco se administre en gotas depositadas en el oído, ya que «con administración oral el fármaco llega mucho peor a la zona afectada».