Beneficios psicológicos de la lactancia materna.

La  leche materna es considerado el mejor alimento infantil que existe, por ser el más equilibrado y contiene todos los nutrientes necesarios para el correcto desarrollo del bebé.

Lista de beneficios psicológicos de la lactancia

La lactancia materna no solo ofrece beneficios nutritivos, sino que proporciona toda la energía y los nutrientes que se necesitan en los primeros meses de vida, así como también beneficios psicológicos.

La lactancia también  reduce  la mortalidad infantil, dando beneficios incluso hasta la edad adulta.

Beneficios psicológicos para él bebé.

La leche materna sigue aportando beneficios debido a que el pecho representa una conexión entre mamá y  bebé, se crea un vínculo de cercanía, amor y comunicación ya que, cuando el bebé es amamantado pasa muchas horas en los brazos de su madre, trayendo con ello un mayor desarrollo de los sentidos.

Además de los vínculos y los beneficios alimenticios que se producen por la lactancia, se crean otros  beneficios, entre ellos los beneficios psicológicos tanto para el bebé como para la madre.

Tras nueve meses resguardado en un ambiente seguro y confortable, el bebé es expulsado a un abrumador mundo, lleno de luces, sonidos y olores desconocidos.  El niño necesita la presencia física de la madre y la seguridad que ella le provee, es por ello que el pecho se convierte para el niño en: afecto, consuelo y protección.

Amamantarlo le permite percibir los mismos estímulos que recibía dentro del útero. La respiración y los latidos del corazón de la madre le proporcionan una sensación de continuidad de la vida antes y después del nacimiento.

Los estudios que se han realizado sobre los beneficios psicológicos de la lactancia materna han demostrado que los bebés amamantados durante su primer año de vida desarrollan más tempranamente sentimientos de autoconfianza, autonomía emocional, independencia, adaptación social, habilidades de comunicación y capacidad para establecer vínculos emocionales con otras personas en la medida que crecen.

Los efectos psicológicos positivos son más notables si la lactancia se prolonga

Digamos hasta los dos años de edad. Sumado a ello, sus efectos son perdurables en la adolescencia y la vida adulta manifestándose con una mayor capacidad para brindar amor  y afecto a otras personas.

Gracias a la lactancia, el lazo afectivo entre madre e hijo se refuerza y ese vínculo ayudará al niño a desarrollar en el futuro una afectividad segura y adecuada, a sufrir menos estrés, beneficiará su desarrollo cognitivo, pues, el aprendizaje se produce con mayor facilidad debido a la cercanía emocional con la madre.

Otro de los beneficios psicológicos para el bebé en el desarrollo de niño, es que manifiestan una mejor gestión emocional, mostrando en el futuro una sana capacidad de mostrar afecto hacia los demás y una actitud más positiva ante la vida.

La lactancia materna es el medio ideal de alimentación para el bebé, siempre que sea una experiencia feliz y gratificante tanto para el niño como para la madre. Si esta llegara a suponer angustia o sufrimiento, es preferible optar por otras opciones, que las hay.

Beneficios psicológicos para la madre

Desde el primer contacto que se produce con el bebé, reconocerlo como tu hijo, lo cargas y se genera la conexión, lo amamantas; en ese momento le estás dando una parte de ti y en él se produce una mayor tranquilidad.

En el momento que se genera la conexión, la misma se fortalece con la lactancia, debido a que atiendes a tu bebé y lo alimentas; en ese momento le estás determinando una parte de su personalidad, generando sentimientos de confianza y amor.

Ese estímulo de la succión del pezón hace que el cerebro libere mayores cantidades de endorfinas y de las hormonas prolactina (hormona implicada en la segregación de la leche materna) y oxitocina, las cuales generan una sensación de bienestar a la vez que disminuyen el estrés emocional y la ansiedad.

Promueve la autoestima

Ayuda a disipar las dudas que muchas mujeres tienen acerca de su capacidad de ser buenas madres (aunque esta duda, nunca la debería tener ninguna mamá, de pecho o leche de fórmula). El solo hecho de amamantar al bebé, fortalece los vínculos efectivos del binomio madre e hijo, además de alimentarlo, ese momento en el que la madre lo observa calmada como se alimenta, el amor y el afecto van haciendo lo suyo, produciéndose un lazo inquebrantable de ese binomio de cariño.

Es la manera en que la madre le dice a su hijo “te amo”, “te quiero”, le hablas, sabe que le estás dando protección y aliviando sus miedos, psicológicamente la madre se siente fortalecida, ella está dando seguridad, protección, amor, alimentación, haciéndola sentir a ella un ser especial y poderoso en pro de su hijo.

La lactancia materna contribuye a disminuir el riesgo de depresión postparto. Estudios han demostrado que las mujeres que amamantan a sus hijos han sentido poco o casi nada ese proceso de depresión postparto. 

Favorece la capacidad de adaptación a la maternidad y las mujeres tienden a ser  más afectuosas con sus otros hijos, con su pareja  y con las personas allegadas a ellas.

Efectos beneficiosos de la lactancia materna para la salud de la madre

  • Disminuye el riesgo de cáncer de cuello uterino
  • Disminuye el riesgo de cáncer de mama premenopáusico
  • Disminuye el riesgo de cáncer de endometrio
  • 4      Disminuye el riesgo de cáncer de ovario
  • Disminuye el riesgo de artritis reumatoidea
  • Disminuye el riesgo de osteoporosis en la postmenopausia

Para finalizar se puede decir que la lactancia materna propicia un irremplazable ambiente facilitador, pues permite al bebé tener permanentemente contacto con su madre, es por esto que se considera necesario hacer énfasis en que la lactancia materna es ideal, en el desarrollo emocional y psicológico del binomio madre e hijo.