¿Cómo afectan las mascotas al desarrollo de tu Bebé?

Las mascotas ayudan a crecer a tu pequeño en los aspectos físicos, sociales, emocionales, cognitivos y promueve los buenos valores… Así afectan las mascotas al desarrollo de tu bebé y además, ¡son muchos los beneficios!  Son muchas las ocasiones en las que tener una mascota es algo obligatorio en cada familia y más cuando hay niños pequeños en casa pero, ¿realmente influye en el desarrollo de tu pequeño? En nuestra página te contamos los beneficios de que tu hijo tenga una mascota.

Ya sea un hamster, conejo o un pez dorado; un gato, un perro, o quizá algo mas grande como un caballo, los niños disfrutan de la compañía de animales. Sin embargo, ¿sabías que las mascotas no sólo pueden ser una fuente de diversión y cariño, sino que además pueden ofrecer diversos beneficios en el desarrollo de los niños?

El desarrollo social, físico, emocional y cognitivo de un niño puede ser alentado por la interacción con la mascota de la familia, por este motivo no debes dudar a la hora de agregar un nuevo integrante a la familia.

Desarrollo social

Al crecer, los niños con mascotas, pueden desarrollar la habilidad social mucho más rápido a consideración de un niño que crezca sin este amigo peludo, debido a que los animales suelen ser maravillosos para desarrollar valores como el respeto, la amistad y la empatía.

 Además, se desarrolla un fenómeno presente a cualquier edad; las personas son más propensas a acercarse y a interactuar con otra persona que está jugando con una mascota, lo que puede dar pie al niño de que tenga nuevos amigos.

 De esta forma, la mascota puede ser un puente entre un niño menos sociable y extrovertido y otros potenciales compañeros.

La mascota más que un animal pasa a ser un amigo más de la familia, y este vínculo, siempre que se ha reforzado y guiado por los padres, puede ser el ejemplo y servirá de molde a todas las relaciones futuras del niño.

Desarrollo físico

La primera virtud que tiene una mascota en el crecimiento de un niño es que estimula  su desarrollo físico, manteniendo al niño activo y con curiosidad de todo ese nuevo mundo que está por conocer.

Las mascotas proporcionan un ímpetu de correr y practicar habilidades motoras, tener una mascota muchas veces implica sacarlo a pasear o correr en el jardín y jugar con una pelota, de esta manera, los niños se alejan de actividades sedentarias dentro de la casa.

Inclusive si se trata de un animal que no implique mucha actividad, como es el caso de peces o tortugas, el simple hecho de la motricidad particular del animal a comparación de la del niño,  va a despertar una curiosidad en el pequeño y va a intentar replicar los movimientos.

Se pueden desarrollar pequeñas habilidades motoras al permitir que los niños sirvan alimentos y echen agua en el plato de la mascota y ayuden a acicalar al perro, dependiendo de la edad del niño, se recomienda supervisión parental para la seguridad del niño y de la mascota.

Cuando son bebés y empiezan a caminar: en esta etapa de crecimiento, la mascota puede favorecer el desarrollo motriz de los niños, los niños observan y aprenden; un estudio de la universidad de Boston demostró que los niños con mascotas caminan más rápido.

Desarrollo emocional

Tener un animal ayuda a crecer a cualquier persona, en el caso de los niños ayuda a su desarrollo emocional de una manera increíble.

Una mascota siempre va a ayudar a un niño a saber cómo amar, siempre y cuando los padres enseñen la responsabilidad de tener una mascota y lo importancia de darle amor a este pequeño amigo o amiga nueva.

Esto se debe a que las mascotas pueden desarrollar varios aspectos del desarrollo emocional, la autoestima, la empatía, el cuidado y el sentido de responsabilidad, a medida que crecen los niños y se hacen cargo del cuidado de la mascota les va a ayudar de muchas maneras.

El niño aumenta la confianza en sí mismo al cuidar de una mascota, pero esto no es un aprendizaje que se dé solo, los padres enseñan sobre la responsabilidad, las mascotas solo son un buen ejemplo para aprender.

La responsabilidad que tiene un niño respecto a su mascota debe ser acorde con su edad, a medida que el niño va creciendo sus responsabilidades también, por ejemplo; a los tres años, un niño puede ayudar a llenar el tazón de la comida pero, a los cinco, puede ayudar a bañar a la mascota.

Mantener las tareas orientadas a la mascota adecuadas según la edad no sólo es necesario para la seguridad de la mascota, sino también para el niño, física y mentalmente.

Desarrollo cognitivo

Las mascotas ayudan al desarrollo cognitivo del niño, los niños van a ir aprendiendo de los animales y además, de sus padres a la hora de cómo los mayores también se involucren con las mascotas.

De nada sirve que los padres intenten enseñar a los niños cómo cuidar de las mascotas cuando ellos sean los primeros en maltratar a los animales.

Así que antes de adoptar cualquier animal hay que preguntarse si hay el tiempo y todas las demás cosas que implican tener una mascota en el hogar.