Vitaminas y minerales

APORTE DE VITAMINA D

La vitamina D previene el raquitismo, favorece un adecuado crecimiento óseo y puede proteger frente al desarrollo de otras enfermedades. La principal fuente de vitamina D es la exposición moderada a la luz solar. Las necesidades estimadas de esta vitamina son de 400 UI para mujeres gestantes y niños durante el primer año de vida. Es por ello por lo que se recomienda dar un suplemento vitamínico de vitamina D durante el primer año de vida, sobre todo en niños alimentados al pecho y en lactantes con escasa exposición solar o con piel muy pigmentada, siendo este el método terapéutico más eficaz para prevenir el raquitismo. La vitamina D3 debe administrarse directamente en la boca.

Aunque hay aspectos todavía sin esclarecer, hasta que haya nuevos datos disponibles, parece razonable establecer las siguientes recomendaciones: 

  • Los lactantes menores de un año lactados al pecho deben recibir un suplemento de 400 UI/día de vitamina D, iniciando su administración en los primeros días de vida. Estos suplementos se mantendrán hasta que el niño ingiera 1 litro diario de fórmula adaptada enriquecida en vitamina D. 
  • Todos los lactantes menores de un año alimentados con sucedáneo de leche humana que ingieren menos de 1 litro diario de fórmula han de recibir un suplemento de 400 UI/día. 
  • Los niños o adolescentes que tengan factores de riesgo de déficit de vitamina D (tabla1) y que no obtengan 400 UI/día con la ingesta de un litro de leche enriquecida o alimentos enriquecidos (cereales, una ración contiene 40 UI de vitamina D y una yema de huevo 40 UI de vitamina D) o una adecuada exposición solar, deben recibir un suplemento de vitamina D de 400 UI/día. 
  • A los niños mayores de un año o adolescentes, de forma general, se les recomienda para la adecuada producción de vitamina D la exposición al sol del medio día sin protección durante 10-15 minutos al día durante la primavera, el verano y el otoño. En invierno por encima de 42º de latitud norte no se producirá vitamina D.
  • Los niños prematuros menores de un año de edad corregida precisan una ingesta de vitamina D de 200 UI/kg/día hasta un máximo de 400 UI/día. 
Niños de alto riesgo de déficit de vitamina D
1. Neonatos y lactantes pequeñosDeficiencia de vitamina D materna (madres con escasa exposición solar, de piel oscura, que visten con velo, multíparas o con poca ingesta de vit. D)Lactancia maternaRecién nacido pretérmino y recién nacido de bajo peso para la edad gestacional
2. Lactantes mayores y niñosDisminución de la síntesis de vitamina D: poca exposición solarPoco tiempo al aire libreUso de factor de protección >8 (inhibe síntesis >95%)Piel oscuraVelos, ropa, cristal, etc.Disminución de la ingesta de vitamina DLactancia materna exclusiva prolongada sin suplementaciónNutrición pobre

APORTE DE HIERRO

La deficiencia de hierro constituye la carencia nutricional más extendida en el mundo y su principal consecuencia es la aparición de anemia, la cual puede afectar al desarrollo cognitivo y físico de los niños. En los países industrializados su causa más frecuente es el aporte insuficiente de hierro en la dieta. Los prematuros, lactantes, preescolares, adolescentes y mujeres embarazadas son particularmente susceptibles, dado su relativamente rápido crecimiento y necesidades aumentadas de hierro y por tanto su prevención es importante. En el recién nacido a término de peso adecuado, los depósitos de hierro son suficientes para cubrir las necesidades hasta el 4º-6º mes. El aumento fisiológico de las necesidades producidas por el rápido crecimiento del lactante y las peculiaridades de la ingesta favorece que los niños de 9 a 24 meses sean un grupo de especial riesgo para sufrir anemia por deficiencia de hierro. Los niños prematuros y de bajo peso tienen unos depósitos más bajos y un crecimiento corporal muy rápido, por lo que la deficiencia de hierro suele manifestarse en los primeros 4 meses de vida.

Consejos para prevenir la deficiencia de  hierro:

Nacimiento:

  • Promocionar la lactancia materna exclusiva durante, al menos, los primeros 6 meses de vida.
  • Para los niños que no van a ser amamantados, recomendar sólo fórmulas enriquecidas en hierro (10-12 mg/L).
  • Los niños prematuros, con bajo peso al nacer, parto múltiple, hijos de madre con ferropenia grave durante la gestación, hemorragias intraplacentarias, neonatales o múltiples extracciones sanguíneas, recibirán profilaxis con hierro (2-4 mg/kg/día) en los primeros meses de vida y se realizará screening de anemia antes de los 6 meses.

4-6 meses:

  • Iniciar alimentación complementaria con cereales enriquecidos en hierro.

6-9 meses:

  • Recomendar dos tomas al día de cereales enriquecidos en hierro.
  • Recomendar una comida al día, rica en alimentos que contengan vitamina C (frutas y vegetales) para mejorar la absorción de hierro.
  • Introducción del puré de pollo con verduras al 6º mes de vida.

9-12 meses:

  • Comenzar a introducir en los purés la carne magra.
  • Evitar la introducción de leche de vaca, cabra o soja antes de los 12 meses de edad.
  • Valorar el riesgo de deficiencia de hierro y realizar el cribado si se considera indicado.

1-5 años:

  • Estimular la ingesta de alimentos ricos en hierro (cereales fortificados, carne magra, pollo, fibra, guisantes y judías desecadas, verduras).
  • Limitar el consumo de leche de vaca, cabra o soja a 500-750 cc/día.
  • Valorar el riesgo de deficiencia de hierro y realizar cribado si se considera indicado.

 Mayores de 6 años:

  • Estimular la ingesta de alimentos ricos en hierro (carne magra, pescado, pollo, cereales fortificados, guisantes y judías desecadas, vegetales, pasas).
  • Valorar el riesgo de deficiencia de hierro, especialmente en mujeres con la menstruación, y realizar el cribado si se considera indicado.

Adaptado del «Programa de Atención al Niño y al Adolescente» del Servicio de Prevención y Protección de la Salud de la Consejería de Sanidad de la Comunidad Autónoma de Murcia.