A la mayoría de los padres les crea ansiedad la salida de los primeros dientes del bebé, algo que generalmente ocurre entre el cuarto y quinto mes de nacido y continúan apareciendo hasta aproximadamente los 3 años.
Actualmente, en nuestra web/app Cartilla Infantil, gráficas para el registro e información sobre la dentición del peque.
Estos plazos pueden variar de un niño a otro sin que se trate de un problema, ya que la salida de los dientes de leche suele variar entre un niño y otro. Por eso la recurrente pregunta ¿Cuándo le saldrán los dientes a mi bebé?
Los primeros dientes de mi bebé
Esta salida de los primeros dientes del bebé suele crear angustia a los padres, porque en muchos casos el niño se muestra irritable e incómodo y suele llorar muy a menudo; en otros casos no presentan síntomas, pero la gran mayoría muestran señales de que le va a salir un diente.
asimismo, la salida de los dientes se une a otros síntomas que se asocian a la erupción de los dientes en las encías y que pueden manifestarse como: no querer comer, no dormir o despertarse a menudo llorando, lo cual acentúa la angustia de los padres, sobre todo si son primerizos.
La erupción produce dolor de encías en el bebé, por lo que es lógico que llore y se comporte con irritabilidad.
Uno de los primeros síntomas que da una pista a los padres de la aparición de los dientes es la salivación excesiva, el babeo que se produce por esta razón.
La salida de los dientes estimula el funcionamiento de las glándulas salivares, lo que propicia un aumento en la producción de saliva y puede ocasionar en muchos niños una especie de irritación alrededor de la boca y en la barbilla, producto del incremento del babeo que irrita la piel del pequeño debido al PH ácido de la saliva.
Otro signo inequívoco es que lo muerde todo, hasta el punto de que se lleva continuamente las manos a la boca.
En esa edad es normal que los niños se lleven todo a la boca, ya que es la forma que tienen para descubrir su entorno, pero cuando comienzan a salirle sus dientes, esto va acompañado a la aparición del dolor agudo en las encías.
Esto ocurre porque cuando los dientes de leche empiezan a brotar, tienen que romper la encía desde el hueso hasta la parte superior, generando gran malestar y dolor que, a veces, se puede extender hacia la mejilla.
Esta acción de morderlo todo ejerciendo presión sobre la encía, le produce una sensación de alivio temporal en sus encías.
En muchos casos suele ocurrir que durante esta etapa el niño presente fiebre como resultado de la inflamación de las encías y del desarrollo de posibles infecciones relacionadas con su exposición a los agentes patógenos del entorno.
Orden de aparición de los dientes del bebé
El primer diente del bebé suele ser un momento emocionante para los padres, lo normal es que la dentición comienza entre los 3 y los 12 meses de edad, aunque 1 de cada 2.000 bebés nacen con un diente.
La dentición también varía de un niño a otro. Primero aparecen los incisivos inferiores, los cuales le permitirán al niño comenzar a masticar alimentos blandos que son los primeros que se le dan al bebé, luego aparecerán los superiores, posteriormente aparecerán los molares y por último los caninos.
Generalmente, cuando le empiezan a salir los dientes, aparecerán alrededor de cuatro dientes cada seis meses. Estos primeros dientes se conocen como dientes de leche y serán reemplazados por dientes adultos permanentes cuando tenga entre 6 y 12 años de edad.
Es probable que el primer diente le salga entre los 4 y los 7 meses. Por lo general, los dientes frontales inferiores (los incisivos centrales) salen primero y sus homólogos superiores aparecen después.
Los dientes pueden salir en pares
Los laterales superiores e inferiores aparecen entre los 9 y los 16 meses. Luego siguen los colmillos, que generalmente aparecerán antes de que el bebé cumpla 2 años. Por último aparecen los molares, justo antes del tercer cumpleaños. Aunque a las niñas les salen los dientes antes que a los niños, la mayoría de los niños ya tienen 20 dientes a los 3 años.
Disfruta de este paso fundamental de su desarrollo. No te preocupes ya que los dientes de tu bebé aparecerán cuando estén listos.
Recuerda que los bebés pueden masticar incluso sin dientes y siempre es importante ser consciente del peligro de asfixia y de supervisarlos mientras comen.
Algunos pediatras, dicen que la dentición, el sarpullido producido por el pañal y las heces blandas pueden ocurrir al mismo tiempo, pero que probablemente no estén relacionados entre sí.
La dentición acompañada por diarrea no es un efecto secundario esperado. Si el bebé tiene diarrea durante la dentición, observa los síntomas de deshidratación y consulta con un profesional médico si tiene fiebre alta o si hay sangre o pus en sus heces.
Si hay fiebre o los padres notan al niño enfermo o decaído, deben acudir al pediatra, porque estos síntomas no son debidos a la erupción de los dientes.
La salida de los dientes es un hecho normal en el ser humano, no se debe abusar de los medicamentos por este hecho, hay que ser muy prudentes con las medidas que aplicamos y es mejor abstenerse que tratar en exceso este pequeño problema.
No es necesario tratar la salida de los dientes, ni es necesario acudir al médico por este motivo.
No se debe atribuir a la dentición y restar importancia a síntomas tales como fiebre alta u otros malestares importante como diarrea o vómitos, porque el niño podría tener una enfermedad no relacionada con la dentición.
¿Cómo se trata?
Como hemos dicho, la salida de los dientes no se debe tratar. No obstante, si el niño está muy incómodo por la noche, las encías están en ese momento de pre erupción inminente y esto le perturba el sueño, no administrar un analgésico, sin consultar con el pediatra.
También se le pueden facilitar mordedores o enfriarle el chupete en la nevera, dándoselo a morder cuando está frío o simplemente frotarle la encía con el dedo limpio.
En esos días el niño estará ansioso por morder cosas, dejemos que lo haga sin problemas, pero que sean objetos seguros. Nunca se le debe dejar morder objetos que puedan desprender fragmentos, como por ejemplo una galleta, fruta o una zanahoria cruda, ya que podría producirle asfixia por atragantamiento.
Los tratamientos para aplicar sobre la encía son muy populares, pero se ha visto que algunos geles pueden producir efectos secundarios sobre la sangre y pueden ser peligrosos, por lo que no son aconsejables.
Por lo tanto, y ante el riesgo de que estos medicamentos, aunque sean “naturales”, puedan producir toxicidad, lo mejor es utilizar sólo métodos físicos (presión, frío, etc.) y en algún caso administrar algún analgésico (previa consulta con especialista) con la dosis adecuada para el peso del niño (consultar la web/app dosis infantil).