Como todos los años, el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría ha hecho una revisión de sus recomendaciones con respecto a las vacunas propuestas en la infancia y en la adolescencia, en base a las mejores evidencias científicas existentes en el momento actual. Estas recomendaciones son las que seguimos, la inmensa mayoría de los pediatras en España, en nuestro trabajo diario y las que hacemos llegar a nuestros pacientes.
Es importante saber que, aunque son prácticamente iguales, estas recomendaciones incluyen habitualmente mas vacunas de las que se les administran a nuestros niños dentro de los diferentes programas de salud infantil. El motivo principal de esta diferencia es económico, ya que son los servicios de salud de las diferentes comunidades autónomas los que financian está prestación y, por tanto, los que deciden cuales son las prioridades. Esto provoca una situación de desigualdad en la protección de la salud de nuestra población infantil, ya que es lógico que el análisis riego-beneficio de las instituciones no coincida con el de las familias y, por tanto, de los pediatras y que las familias que pueden permitírselo adquieran, en las farmacias, las vacunas no financiadas.
Como se puede ver la principal diferencia atañe a las vacunas para el rotavirus y el meningogoco B, que según el comité deberíamos recomendar de forma sistemática pero que no se les ponen a los niños dentro del programa de vacunación infantil. El rotavirus es la causa principal de ingreso hospitalario por diarrea en España, en especial en menores de 5 años, pero la mortalidad, en nuestro medio, es prácticamente nula y la infección por meningogoco B, aunque es poco frecuente (0,7 casos por cada 100000 personas/año), tiene una elevada mortalidad (10%) y deja secuelas con frecuencia.
Otra diferencia con respecto al programa de vacunación infantil es la inclusión de la vacuna meningocócica tetravalente (Men ACWY) a los 12 meses (novedad con respecto a las recomendaciones del 2018) y en la adolescencia, dada la incidencia ascendente de los serogrupos W e Y en diversos países, entre ellos España, que ha dado lugar a su inclusión en los programas de vacunación de diversos países europeos. Igualmente, el comité recomienda esta vacuna para niños y adolescentes que vayan a residir en países en los que la vacuna se encuentre en el calendario sistemático, como EE. UU, Canadá, Reino Unido, Austria, Grecia, Holanda, Italia o Suiza.
Con respecto a la vacuna frente al virus del papiloma humano se recomienda la vacunación sistemática universal en ambos sexos, en lugar de solo a las niñas, ya que es el responsable de una parte importante de los casos de cáncer de pene, cáncer de ano, de cabeza y de cuello.
También se recomienda la vacuna del tétanos, difteria y tosferina a los 6 años del tipo DTPa, en lugar de Tdpa, y de nuevo en la adolescencia (Tdpa). Por último, sugiere usar un preparado tetravalente que incluye las vacunas de sarampión, rubeola, parotiditis y varicela en la dosis de los 3-4 año, con la intención de ahorrarles un pinchazo
Pediatra en el Hospital Los Arcos de San Javier
Director Médico de Cartilla Infantil